domingo, 28 de febrero de 2010

CAOS

El otro día, me levante y como estaba un poco fresco, decidi salir al balcon a desayunar, para sentir un poco el sol y activar un poco de vitamina D. Coloque un banquito afuera, puse el agua, me prepare un cafe con leche (mas cafe que leche) y me lleve el pote de galletitas de salvado para disfrutar de mi desayuno. No duré mas de 5 minutos, a pesar de que el dia estaba hermoso. La gente arruina todo tipo de paz. Todos decimos: "la ciudad es un caos". Nosotros somos el caos. No pude disfrutar ni un minuto de silencio, ni UNO!. Todos tocando bocina, ruidos por doquier, gente gritando, celulares sonando. Es insufrible la ciudad, y eso que no vivo en capital. Admito que no podria vivir en el campo, no puedo estar aislada de todo. Soy hiperquinetica y me gusta estar rodeada de "cosas". Pero cuando me sucede lo que paso el otro día, me da una impotencia total, porque me encantaria tener un super megafono con el cual hacer callar a todo el barrio al menos por 5 minutos. A veces a la noche, me quedo escuchando el silencio aunque parezca ilogico. Pero no hay cosa que me guste y relaje mas que el silencio. Pocas veces se puede disfrutar y muy pocos son los que lo hacen. Yo soy una de ellas, y me gustaria poder disfrutarlo durante el día tambien, pero lo veo casi imposible con el ritmo de vida que llevamos. Asi que tendre que conformarme o comprarme una camara hipoacusica si es que existe.

2 comentarios:

Alicia en el pais dijo...

Tenés toda la razón! además todos somos responsables porque somos víctimas de este mundo acelerado!

Nati Jota dijo...

JA, Vale! En cuanto a lo que escribiste en mi blog, me encantaría que me pase igual que a vos, tengo esperanzas de eso. De que un día llegue EL INDICADO y me calme el mambo que tengo en la cabeza, que me haga enamorar, que me haga perder la histeria. Porque, sí, nunca amé.
Con respecto a lo que escribiste, es bastante loco, porque yo vivo en Capital Federal, y seguramente si hubieras vivido acá yo sería de la que hace bullicio, grita, canta por la calle (y cuando tenga auto toque bocina), pero, a la vez, amo el silencio. Soy muy habladora, hiperactiva y hasta algo escandalosa, pero pienso que las miradas silenciosas valen más que mil palabras atolondradas.
Besos Vale. Te leo, obvio.

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